Hay un dilema respecto a que si los Graffitis son parte de una cultura o si es una violación a los espacios, de seguro ambas opiniones tendrán buenos argumentos, lo que si es cierto es que una cosa es el arte Graffiti y la otra es "rayar paredes", como también, espacios para la cultura y espacios de arquitectura.Cuando nos trasladamos por las vías y vemos un Mural bien diseñado podemos percibir la calidad de arte de su autor, grandes obras nos conseguimos y en general son espacios permitidos para expresar este tipo de trabajo, este es evidentemente un arte espectacular y un trabajo de dimensión muy bien expresado.
Sin embargo, también nos conseguimos con paredes rayadas sin ningún sentido artístico, o espacios no adecuados "expresadas" por principiantes que se hacen llamar "Graffiteros", pero no son mas que experimentales, este tipo particular de "contaminación visual" la conseguimos en casas o muros de edificios de propiedas privadas, mayormente impresiona mas la creatividad de "como llegaron hasta allá arriba" que lo que tratan de crear, lastimosamente lo que causan es contaminación, riesgo, desagrado y es una "raya" para los cultores originales, peor aún es cuando vemos como estos "seudoartistas juveniles" dañan muros de piedra, cerámica o paredes corrugadas que no son la mejor base para una obra.
En general, los que realizan este tipo de "contaminación visual", tienen características comunes, en su mayoría son menores de edad que creen que pueden dañar sin castigo las estructuras no permitidas o sin autorización, se ven sobre todo en altas horas de la noche con un morral donde llevan el Spray (pintura en atomizador) y en pequeños grupos de hasta 5, estos jovenes creen estar salvaguardados por sus padres, en el peor de los casos, pueden permitir que sus representantes sean llamados a la atención y deban pagar por la reposición de las estructuras, que en muchos casos, son de costos superiores a los 10.000 BsF, esto debido a que hay paredes que no se pueden limpiar sino cambiar su corteza, esto sin contar con la verguenza y el percatarse del peligro que corren sus supervisados.
Se conocen casos que personas que "justificando" grados de desesperación han acometido y agredido a jóvenes que practican este tipo de errores juveniles, por esto se recomienda que hablemos con nuestros hijos, les expliquemos cuando y donde son los sitios que se permite este tipo de actividad y evitarnos así una mala experiencia o mal momento en el futuro.
